La prueba de casa para César Gonzalves no se pudo dar mejor, ya que demostró muy buen ritmo y el coche se portó a la perfección, dejando atrás los problemas de fiabilidad que habían lastrado su temporada.
El rallye comenzaba con unas condiciones de pista desafiantes, ya que en los tramos del primer bucle comenzaba a llover al mismo tiempo que los pilotos salían de la asistencia.
Pese a todo, Gonzalves – Peña marcaron un gran ritmo que les situaba séptimos en la general y líderes de la Top Ten Pirelli. Según Gonzalves, «las condiciones del primer bucle eran iguales para todos, y sinceramente creía que había ido demasiado lento pero después fue una sorpresa ver nuestros cronos. Con este ritmo me sentía cómodo, sobre todo en Begonte, en el que a pesar de esconder muchas trampas logramos un buen tiempo«. En la siguiente sección mantuvieron la velocidad para terminar la jornada matinal segundos de la Top Ten Pirelli por detrás de Félix Macías y octavos en la general.
La tarde se presentaba algo más cómoda, si bien optaban por montar neumáticos de agua para la primera sección en la cual había parado de llover, pero los tramos todavía contenían muchas humedades, por lo que la elección fue la idónea. Gonzalves certificaba la segunda plaza de la Top Ten y mantenía detrás tanto a Javier Martínez Carracedo como a Tino Iglesias.
Pese a todo, Gonzalves comentaba «Esperábamos hacerlo bien en el tramo de Adai, que es el tramo de mi casa, pero quise atacar tanto que al final los tiempos no nos salieron, de hecho en la segunda pasada tuvimos un susto en el que nos fuimos largos y rozamos un talud y una señal, que por suerte no tocó la suspensión«. El susto no le afectó lo más mínimo al piloto de Castroverde, que en el último tramo y bajo la noche marcaba el quinto mejor crono absoluto, para acabar con muy buen sabor de boca.
Todavía está en el aire la participación del equipo en el Rallye Ribeira Sacra, pero es muy probable que se inscriban en alguna prueba asturiana como el Rallysprint Villa de Luarca.