En la jornada del viernes del pasado Rally México 2019, Teemu Suninen sufría un accidente en el que su Ford Fiesta WRC quedaba cruzado, sin una rueda, y ocupando la mayor parte de la carretera por la que discurría el segundo tramo de la prueba mexicana, y vimos como mucha gente ponía en duda la seguridad de los competidores que venían por detrás al continuarse disputando la especial con normalidad.
Al día siguiente, Esapekka Lappi sufría un percance similar, en el que se iba largo en una curva cerrada de izquierdas y su Citroën C3 WRC quedaba con el eje trasero colgando del borde de la carretera, y el resto del coche invadiendo esta, sin posibilidad de reemprender la marcha ante la ausencia de espectadores en la zona.
Por detrás, en ese mismo tramo, su compañero de equipo Sébastien Ogier, golpeaba unas rocas que se encontraba en la carretera y no era capaz de esquivar. Este incidente le provocaba un pinchazo, y pocos minutos después, con él aún en tramo, la organización sacaba la bandera roja, cancelando el tramo.
A pesar de que a Ogier se le otorgaba un tiempo estimado 22.4s peor que el de Kris Meeke (que además de marcar el scratch pasaba a ser el líder de la carrera), salía claramente beneficiado ya que de haber tenido que acabar el tramo pinchado, la pérdida de tiempo del francés podría haber sido mucho mayor o haberle provocado algún tipo de daño mecánico que le descartase por completo de la lucha por la victoria.
Muchos aficionados insinuaban que esto no era una casualidad, alegando que el día anterior con el accidente de Suninen, el tramo no se había cancelado, cuando ello no habría afectado al desarrollo natural del rally.
Con todo, Kris Meeke pasaba a ser el líder del rally, pero con un escaso margen de 1.3s, y teniendo en la ecuación a un piloto como el hexacampeón Ogier, además de a Evans, que seguía de cerca a ambos. Viendo como Ogier salía beneficiando, y en caliente, el piloto británico de Toyota dejaba caer que se había jugado sucio, que la situación del vehículo de Lappi no era peligrosa, que la trazada estaba libre, y que debería castigarse a Citroën por abusar de un sistema de seguridad creado para proteger la vida de los participantes.
Pierre Budar, patrón de Citroën Total WRT, dejaba claro desde un primer momento que Esapekka había pulsado el botón verde de emergencia para avisar de que se retiraban pero estaban bien y que se podía continuar con la carrera, que cualquiera lo podía comprobar, que no habían pedido la cancelación del tramo a la organización y que no iba a hacer ningún comentario sobre las declaraciones de Kris porque no tenían razón de ser.
Patrick Suberville, director del rally aclararía más tarde a los micrófonos de Autosport que «Nadie nos llamó a dirección de carrera. […] El coche estaba en una curva cerrada a la izquierda en la que no podías verlo. La seguridad es lo primero, lo siento. Dirección de carrera tomó la decisión y yo estuve de acuerdo con ello. Era un riesgo innecesario.» Que el coche de Suninen hubiese quedado parado en una zona recta con gran visibilidad y el de Lappi en una sucesión de varias curvas cerradas era lo que había marcado la diferencia entre ambas decisiones.
En la madrugada de hoy, con todo aclarado, y la mente fría, Kris Meeke ha hecho público un vídeo que le honra a través de sus redes sociales, pidiendo disculpas por sus desafortunadas y equivocadas palabras:
— krismeeke.com (@krismeeke) 10 de marzo de 2019
«Quiero pedir mis más sinceras disculpas desde lo más profundo de mi corazón a todas las personas que forman parte del equipo de Citroën. Hice algunos comentarios desafortunados, no debería haber pronunciado las palabras ‘dirty tactics’. Fue el calor del momento, cuando las cosas salen así, con tantas coincidencias, es difícil ver claro lo que está pasando. Así que os pido mis más sinceras disculpas. Gracias.«
Texto: @PaulGZrally