El magnífico duelo que han mantenido Rubén López y Joaquín Pérez llegaba a su fin en el Rallye Mariña Lucense, con la ventaja del sarriano una cuarta plaza le bastaba para cosechar el título en caso de que su rival se llevase el rallye.
Aunque la lista de inscritos se había resentido al ser una prueba nueva y además la última del año, la calidad se mantenía. César Díaz se ponía al frente de la prueba durante la primera sección y Joaquín Pérez segundo, pisándole los talones, mientras por detrás Gonzalo Villasuso y Aitor Pico les seguían. Las alarmas se encendían para Rubén López, pues problemas con el alternador le habían hecho perder excesivo tiempo, dejándolo en la quinta posición lejos del cuarteto de cabeza, un puesto que no le valía en caso de que Pérez se llevase el triunfo.
Los tramos de mediodía discurrían sin cambios de posición pero Joaquín Pérez comenzaba a descontar segundos de su desventaja respecto a César Díaz, dispuesto a rebasar al piloto lucense para conseguir la victoria y el título. No obstante, el destino iba a ser agridulce para el de Pontevedra, pues Díaz abandonaba en el penúltimo tramo y le dejaba el triunfo en bandeja, pero a su vez permitía que Rubén López ascendiese a la cuarta posición, que le concedía matemáticamente el título por 6 puntos.
Así pues, Joaquín debía conformarse con la victoria parcial, por delante de Gonzalo Villasuso, cuajando una gran actuación en la prueba de casa para él, y de Aitor Pico, cuya tercera posición le permite ascender también al último escalón del podio en la general final.
Final feliz para Rubén López y Damián Outón después de un día agónico para ellos, que se resolvía con la ansiada corona de la Copa Pirelli AMF que llevaban persiguiendo durante varias temporadas y que siempre, hasta este año, se les había escapado.