Sébastien Ogier y Julien Ingrassia afrontaron en el día de hoy la última jornada del Rally de Australia sabiendo que el seis era el número mágico: una sexta posición les daría su sexto título de Campeones del Mundo de Rallys FIA.
Haciendo lo que tenían que hacer en una sensacional batalla hasta el último momento, la presión de Ogier sobre sus rivales surtió efecto y uno tras otro fueron metiéndose en problemas tras negarse a rendirse y empujar de forma admirable a pesar de las complicadas condiciones.
Y eso significaba solo una cosa: Ogier e Ingrassia lo habían hecho: habían conseguido defender la corona conseguida con el Ford Fiesta WRC 12 meses antes. El resultado fue la manera perfecta para el equipo de despedirse de sus campeones tras dos años muy especiales juntos.
Sébastien Ogier dijo: “Ha sido una temporada increíble y la pelea ha sido muy cerrada. No hace tanto pensábamos que conseguir el título estaba muy complicado, pero no nos rendimos. Lo dimos todo, y tuvimos un equipo magnífico con nosotros. Estoy muy orgulloso de todo el equipo y por supuesto quiero dar las gracias a Malcolm por otro gran trabajo. Lo que hemos conseguido juntos estos dos años es algo muy especial y de lo que estoy muy orgulloso“.
Julien Ingrassia dijo: “Hemos recorrido un hermoso camino con M-Sport durante estos dos años, y todo lo que hemos conseguido, lo hemos conseguido juntos. Queríamos acabar nuestro tiempo con Malcolm y el equipo de una manera especial, y eso es lo que hemos hecho. Hubo un montón de altibajos durante la temporada, y el rally [de Australia], y lo dimos todo para conseguir este resultado. Por fortuna aún me quedan algunas fuerzas para celebrarlo esta noche con el equipo.“
Fuente: comunicado de prensa.